Conceptualización de la educación en
medios de comunicación.
La educación en medios de comunicación no
puede reducirse al uso de los medios en cuanto tecnologías al servicio del
proceso de enseñanza-aprendizaje, por muy interesantes y didácticas que estas
puedan ser o por lo mucho que motiven y faciliten este proceso, ni tampoco es
posible entenderla como una formación
específica para el ejercicio de determinadas profesiones en el campo de las
comunicaciones sociales.
Concretamente, la educación en medios de
comunicación, en el marco de una enseñanza de calidad, tendrá que definirse
atendiendo a:
ü Las expectativas que los niños y jóvenes tienen en cuanto a los
medios. No se trata tanto de defenderlos de ellos, ya que aunque es cierto el
uso y el abuso indiscriminado que se hace de los mismos, no se deben obviar las
enormes ventajas de su expresión y comunicación.
ü El análisis del contenido y la relación que mantiene el sujeto
receptor con los medios de comunicación, de manera que se pueda establecer una
confrontación entre la propuesta cultural de los medios, como parte de la
sociedad, y las percepciones espontaneas que se puedan tener, para esclarecer
con ellos las convergencias y divergencias.
ü Las formación de personas que sean conocedoras de los nuevos
lenguajes audiovisuales de nuestra sociedad y sean capaces de apropiarse
críticamente de ellos y de emplearlos creativa y activamente como canales
personales de comunicación.
En nuestro contexto, la educación en
medios de comunicación se ha definido como “la educación de los niños y jóvenes de ambos sexos
para que sean receptores críticos, selectivos y activos ante los mensajes que
reciben a través de los distintos medios de comunicación” (Bernabeu, 1994,
137), de manera que en el centro se desarrolle una verdadera “cultura
comunicativa”.
Los destinatarios pueden ser:
ü Los maestros y profesores de todos los niveles del sistema
educativo y de todas las especialidades curriculares.
ü Los niños y jóvenes, expuestos diariamente a una “dosis”
audiovisual considerable, sin
conocimiento ni análisis de estos nuevos códigos de interpretación y expresión
del mundo.
ü Los grupos y responsables comunitarios (educadores, animadores,
asociaciones, etc.). Preferentemente de ámbitos populares.
Página 71 del libro “tecnologias aplicadas a la
educacion.”. Del autor CABERO ALMENARA, JULIO.
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